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jueves, 27 de septiembre de 2012

Reiki y yo


A través del estudio autodidacta, muchas lecturas y experiencias, comprendí que mi misión en la vida era conocerme a mi misma para poder contribuir al bienestar de mi entorno. Si yo estoy bien, todo a mí alrededor está bien.
Llegué al Reiki como en muchas cosas en mi vida, sin planificación sistemática, aparentemente por casualidad. Y digo aparentemente porque estoy segura que Dios es el mayor y perfecto artífice y aún cuando no queramos admitirlo, Él está en todo, sabiendo que por cualquier camino, siempre regresaremos al UNO.
Desde que me inicié en este proceso, me he sumergido en su Amor. Siento que ser Reikista me ha servido para conocerme mejor y para comprender a mis semejantes. Reiki es la suma de muchas herramientas, muchas técnicas. Es Energía Divina en nuestras manos. Cada día agradezco por los beneficios que me proporciona, por las sonrisas de las personas con quienes comparto esa energía, con un abrazo, con una palabra,
En este momento de mi vida siento agradecimiento al poder decir que gracias al Reiki y al Amor Divino, estoy aprendiendo a acallar la mente, perdonarme por mis equivocaciones, vivir en la gratitud honesta y disfrutar de sentir como mi Divinidad me toma de la mano y me acompaña en mi camino de paz, armonía y felicidad.

lunes, 30 de abril de 2012

Briseida y Tata


 
 
Briseida está sentada bajo una sombrilla a la orilla de la playa. Hay fuerte oleaje, por lo que cada cierto tiempo una ola moja sus pies inertes… Sonríe Briseida, mientras observa a las personas que están a su alrededor: niños y niñas jugando en la arena; papás y mamás preocupados por que sus hijos no se quemen por el sol; jóvenes jugando a la raqueta de playa. Un poco más allá, está un papá ayudando a su hijito a hacer un hoyo en la arena. Voltea a la izquierda y observa el amor que se refleja en el rostro de una abuelita mientras prepara un sándwich para su nietecita.
Pueden ser escenas comunes, mil veces repetidas en cualquier playa. Sin embargo cada una es única y singular.
Briseida siente como crece el amor en su pecho… Se imagina ser esa mamá qué tiernamente remeda los balbuceos de su bebé. Aquella otra que comparte una conversación sencilla con sus niños. Cada escena es una fuente de amor para llenar su corazón. La brisa marina alborota sus cabellos, cierra sus ojos, llenándose de fantasía; debe impregnarse de mucho azul de mar, de mucho olor a playa, de sabores de mar, salitre; le pedirá a su hermano que la ponga un rato fuera de la sombrilla, así podrá llevarse hasta un poco de sol en su piel…

Al caer la tarde, Briseida regresará al cuarto de hospital donde ha estado recluida durante los últimos dos años. Un cuarto de hospital que comparte con la señora Jiménez. Mientras el sol entibia su piel, rememora Briseida a aquella noche… Caminaba de regreso a su casa como a las siete de la noche de un día normal, al cruzar una intersección, un vehículo salió sin respetar el semáforo arrollándola, dejándola tirada como un bulto inservible. Quedó allí inconsciente y sin auxilio por largo rato. Cuando los del servicio de emergencias la rescataron, reconocieron que aún vivía por su gran fuerza de voluntad. Luego de horas en pabellón, los médicos anunciaron que gracias a su fortaleza se había salvado, con parálisis de sus miembros inferiores y una lesión irreversible en sus riñones… Desde hace dos años Briseida estaba literalmente pegada a una máquina de diálisis. Recién comenzó su convalecencia, ella pidió que le trajeran lápices y papel para escribir, pero pronto se cansó, quizás porque nunca las letras habían sido de su interés. Además este entretenimiento fue rápidamente sustituido por su mejor hobby: contar cuentos. Recién había cumplido sus primeros ocho meses en su nueva condición, cuando llegó la Sra. Jiménez como compañera de cuarto. Tata, como cariñosamente la llamaban sus hijos y nietos, era una señora que había sufrido un fuerte ACV (accidente cerebro vascular) que la dejó cuadrapléjica, por lo que Briseida se dio a la tarea de contarle cuentos, algunos ciertos, la mayoría inventados. Ambas mujeres crearon un fuerte vínculo que las unía: Briseida contaba y reía, Tata escuchaba y agradecía la locuacidad de su amiga, con sonidos guturales. Por eso era tan importante para ella llevar y memorizar la mayor cantidad de imágenes, tenía que contar tantas cosas a Tata.

Esta aventura de ir a la playa, había sido una propuesta del médico. Quería probar que Briseida podía estar fuera de la máquina de diálisis por algunas horas… Así fue como propuso a su hermano un día de “vacaciones” en la playa. Para Briseida no importaba si el experimento había sido un éxito o un fracaso, para ella era un premio suficiente la cantidad de vivencias que le servirían de materia prima para las nuevas historias que le contaría a Tata.

- ¡Tata, Tata!!! Llamó desde la puerta, mientras dos enfermeros la conducían a su habitación. - ¿Tata? Briseida se asustó de ver a su amiga con los ojos cerrados. Buscó respuesta en el rostro de los enfermeros: - ¿Qué pasa? Cuando sus ojos regresaron a la cama, se dio cuenta que en los ojos de su amiga había picardía. Tata la estaba esperando…


* * * * * * *
Evelyn Ranauro

De cómo mi Tía me explicó el Sistema de Clasificación Decimal


- ¿Tía?
- ¿Si?
- ¿Puedes explicarme que es eso del Sistema de Clasificación Decimal?
- ¡Claro!!! Ven, siéntate. Es un tema interesante y hasta un cuento podemos sacar de él. Pongámonos cómodas.

La tía con su sonrisa más dulce, toma de la mano a la niña y la lleva a un sofá. Se arrellanan entre cojines, dispuestas ambas a pasar un buen rato juntas.

Hace muchos, muchos años, los hombres estudiosos, y fíjate que digo hombres, y no hombres y mujeres. Recuerda que antes, a las mujeres no nos dejaban estudiar. Bueno pero esa es otra historia.
Bien, decía que hace muchos años, los hombres necesitaron guardar el producto de sus investigaciones y estudios, aquello que ellos habían producido; es decir, el conocimiento que se acumulaba y cada vez era más y más. Guardar todos aquellos manuscritos, libros, textos, papeles de trabajo, cartas, etc., era muy importante por ser la forma en que podrían llegar a otros estudiosos, y más tarde a cualquier persona que estuviese interesada en ello. El no tener una forma clara de almacenar toda esa información, hacía que se perdiera; aún peor, que los otros científicos no tuvieran acceso a ella.
Fue así como en 1876, un señor de apellido Dewey, Melvil Dewey, creara un sistema que sirviera para almacenar y recuperar la información que cada día se producía en mayores cantidades. Diseñó el famoso Sistema de Clasificación Decimal.
El Sr. Dewey, luego de pensar y pensar, se le ocurrió la idea de agrupar el conocimiento humano en 10 grandes grupos, o clases, que es en realidad como se conocen, quedando así:

0 Generalidades
1 Filosofía
2 Religiones
3 Ciencias Sociales
4 Lenguas
5 Ciencias Puras
6 Ciencias Aplicadas
7 Arte y Diversiones
8 Literatura y
9 Geografía e Historia

Pero este Sr. Dewey, no estaba conforme con una clasificación tan restringida. ¿Sólo 10 clases para meter TODO el conocimiento? Pues se le ocurrió entonces subdividir 10 veces más esas diez clases originales, resultando así en 100 subclases.
Así se obtiene que a cada número se le agreguen dos decimales. Ejemplo:

El simple 4 de Lenguas, se convierte en: 410, 420, 430, 440, 450, 460, 470, 480 y 490. Y así con cada una de las 10 clases principales.
Esto permitió que se ampliaran las clases y se pudiera ser más específico con lo que se clasifica en cada número.

Veamos algunos números en concreto:
En la clase 1 Filosofía, nos encontramos que allí se han agrupado todas aquellas materias que le son afines, como la Metafísica (110), la Psicología (150) y la Ética (170).

- ¿Me vas siguiendo?, pregunta la Tía.
- Si. Dime tía, mi papá es abogado. ¿Cuál es el número del Derecho?
- Muy bien. El Derecho está en la clase 3 Ciencias Sociales, y le corresponde el 40, es decir: Derecho 340.
- OK. Entonces ¿Un libro de Derecho, lo clasifico en el 340?
- ¿Viste que fácil? Así es.

Melvil Dewey creó el Sistema de Clasificación Decimal para que en las bibliotecas se organizaran más fácilmente todos los libros, textos y revistas. En fin, para que todos los documentos se pudieran guardar y acceder a ellos más rápida y oportunamente.

Pero todavía 100 subdivisiones seguían siendo números muy generales. Por ello, Dewey volvió a subdividir cada uno de esos cien números en cien más, dando lugar a las 1000 secciones. Con algunos ejemplos lo veremos mejor.

Las bibliotecas como tal, también tiene su número asignado en el Sistema de Clasificación Decimal de Melvil Dewey.

0 Generalidades (Es decir todas aquellas materias que
tratan varias materias a la vez)
020 Bibliotecología, que es mi especialidad
022 Edificios e Instalaciones de Bibliotecas

Otro ejemplo con la clase de los Idiomas:
4 Lenguas
460 Español
461 Normas del Español
462 Etimología del Español
463 Diccionarios del Español

Como puedes observar, cada ves que se subdivide una de las secciones, es lo que le da la característica de d-e-c-i-m-a-l al sistema de Dewey, ya que cada número podría seguir subdividiéndose de acuerdo a las necesidades de cada documento o de la biblioteca.
Por supuesto las necesidades están relacionadas con el grado de especificidad con que se desea llegar a almacenar la información.

- ¡Me encanta, Tía!!! Quiere decir que cualquier materia que se me ocurra debe tener su número en el Sistema de Clasificación Decimal. ¿Y dónde consigo ese número?
- ¡Aja!!! Muy buena pregunta.

El Sistema de Clasificación Decimal es un gran libro, que ha sido editado muchísimas veces. Cada vez se le van agregando más números o se va subdividiendo de acuerdo a los comentarios que, quienes trabajamos en las bibliotecas y centros de documentación, le hagamos llegar a los editores del Sistema.
Este gran libro tiene más de 3000 páginas y lo puedes encontrar en casi cualquier biblioteca.
Para terminar, quiero que veas qué tanto se puede subdividir un número en el Sistema de Dewey.

Tomemos el caso de un libro que trate sobre Protocolo Social, ejemplo: El Manual de Carreño para Niños. Este libro se ubicaría en:

1º Clase 3 Ciencias Sociales
2º Subclase 390 Costumbres y Folklore
3º Sección 395 Etiqueta (Cómo conducirse en las
relaciones sociales)
4º Subsección 395.1 Etiqueta para diversos grupos y
5º Se le añade el número que Dewey Asignó a los
niños: 22

De este modo, un libro que trate sobre cómo deben comportarse los niños en sus relaciones sociales, tendrá el número 395.122

- De ahora en adelante, cuando vayas a una Biblioteca y veas el número en el lomo de un libro, sabrás que ese número identifica la materia de ese libro, y que eso sirve para ubicarlo en las estanterías.
Así cada vez que desees consultar ese mismo libro, con sólo recordar el número podrás ubicarlo rápidamente.
- ¡Gracias Tía!!!
- Ha sido, como siempre, un enorme placer compartir contigo un poquito de mis aprendizajes.



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Evelyn Ranauro
Maracay, Enero 31, 2005

viernes, 25 de noviembre de 2011

Ejercitando la felicidad


La felicidad no es una utopía. Tampoco es un estado de idiotez. La felicidad es una actitud que decimos asumir. Cuando ejercitamos esos momentos en que nos hemos sentido en armonía, podemos vivir en felicidad a voluntad. Solo nosotros mismos podemos escoger en qué categoría queremos vivir: con miedo o con amor. 

Estos ejercicios los he probado y con ellos entro y disfruto del estado de felicidad.

1.  BENDECIR. Cada noche antes de ir a dormir escribe tres cosas que te hayan ido bien durante el día. Tres cosas por las cuales estés agradecido. Luego escribe porque te hace sentir bien esas tres cosas. Haz el ejercicio por una semana. Practicar este ejercicio de gratitud hace que nos enfoquemos en las cosas buenas que tenemos. Con el tiempo, te darás cuenta cómo vas cambiando tus patrones de pensamiento, ya que durante el día estarás haciendo nota mental de las cosas buenas que escribirás por la noche.
Este hábito cambia la atención y la forma de ver el día a día. 

2. AGRADECER. El  corazón posee un poderoso campo de energía que se expande o modifica de acuerdo a las emociones que esté sintiendo. Las emociones negativas provocan patrones erráticos e incoherentes del ritmo cardíaco. Cuando estás en armonía, agradecido, equilibrado emocionalmente, tu ritmo cardíaco es coherente.  La gratitud es una disposición interior, genuina, que se expresa, con gestos, con palabras y en obras. Se ha demostrado que las personas felices son agradecidas por todo lo que hay y ocurre en sus vidas, produciendo más felicidad duradera y reduce la ansiedad y la depresión. Cuanta más gratitud tienes en tu vida más feliz eres. 

3. QUÉ TENGAS UN BUEN DÍA. Resérvate un espacio de tiempo –10 minutos, media hora– para tus actividades favoritas. Marca ese tiempo en tu agenda y no lo cambies por nada, ni por nadie. Ser egoísta tiene sus beneficios para la salud ;-)  ¿Qué te gusta hacer? ¿Te gusta leer? ¿Te gusta bailar? Toma algún momento del día para participar en los pasatiempos favoritos. Realiza esas actividades tal como las has planeado y toma conciencia de todo el placer que te brindan. Este ejercicio nos enseña a prestar atención al placer y a esforzarnos para que sea intenso y duradero. Es el paso más divertido para alcanzar la felicidad. 

4.  ENTRETENER A LOS PENSAMIENTOS. Cuando lleguen los pensamientos a tu mente, no los combatas, simplemente reconoce que es un pensamiento negativo y agradece que aparezca para que puedas ejercitar la sustitución con un pensamiento positivo. No te enganches en los pensamientos negativos, dándole paso a pensamientos creativos y positivos que te permiten entrar en un estado de armonía donde la felicidad pueda fijarse. 

5. SONREÍR. Pon atención en tu rostro y si lo sientes contraído, sonríe. Es sorprendente comprobar que permitirse sonreír sin motivo alguno libera sustancias químicas en nuestro cuerpo que nos hace sentir bien. La sonrisa es una de las maneras más fáciles de cambiar el curso de nuestros pensamientos. 

6. REFLEXIONAR SOBRE TUS MAYORES DONES. Cuenta todos los dones, cualidades y logros que tienes. Son bendiciones que te hacen sentir bien, orgulloso y fuerte. Recuerda que eres un ser digno que merece lo mejor en la vida. Este ejercicio se relaciona con el primero… Agradece y reflexiona por todas las cosas buenas. Enfócate en el agradecimiento… y no en los problemas

La felicidad es el estado más preciado de la vida del ser. Todos tenemos la capacidad de ser feliz en cualquier punto de nuestras vidas. 


domingo, 6 de noviembre de 2011

Camino a Mi Felicidad - Reloaded

Hace unos meses, tuvimos la primera edición de nuestro Taller: Camino a Mi Felicidad... Algunas personas no pudieron acompañarnos y nos solicitaron que volviéramos a presentarlo.


Ya estamos preparadas para la nueva edición,  con la seguridad que si te gustó el primero éste te va a encantar. Le hemos agregado RELOADED porque viene recargado de más amor, con más ejercicios, con más vivencias.








¿Sientes que felicidad a veces se te escapa?   ¿Tus pensamientos son una madeja enredada que no te dejan disfrutar del aquí y el ahora?   ¿Quieres sonreír y disfrutar de la vida, pero los problemas te ocupan todo el día?
Se busca gente que quiera ser feliz o más feliz...  ¿Te anotas?


¡Acompáñanos!!!

martes, 4 de octubre de 2011

¿Cómo hago para soltar el control?

Leyendo el Blog de Jocelyne Ramniceanu sobre ¿Soltar o Tener el Control?, me dio pie para esta entrada...


Una de las preguntas que más me hacen en las sesiones de Coaching es: ¿Cómo hago para soltar el control?


Al principio me enredaba intentando explicar que controlar todos los aspectos de la vida no era una tarea sencilla... Entonces, recordé mis primeras clases de Yoga: poner atención (controlar) la respiración, apretar el periné, sentir que me halan el ombligo hacia atrás, respirar suave, lenta y profundamente, inhalando y exhalando por la nariz; además, estar pendiente de hacer cada movimiento con cuidado, lo que llaman la higiene del movimiento... ¡Ufff...!!! Al tratar de controlar todos esos aspectos, me perdía lo mejor del Yoga, la tranquilidad, el placer de sentirme una con Dios...


Entonces, aprendí a soltar y confiar... Solté las preocupaciones de no saber si lo estaba haciendo bien, si mi cuerpo estaba recto, si mis movimientos eran los adecuados... Solté y confié en que lo más importante era disfrutar de los movimientos, de sentir como mis músculos se estiraban y se contraían; aprendí que esos 80 minutos son míos exclusivamente... 


Control es sinónimos de quedarnos en las palabras, de explicar lo que no necesita ni tiene explicación...


Por ello, confiar es dejarse fluir. Cuando confías todo va encajando sin tropiezos...




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Maracay, Venezuela



viernes, 16 de septiembre de 2011

La Casa de Huéspedes



(del poeta sufí Rumi)

El ser humano es similar a una casa de huéspedes.
Cada día llega alguien nuevo a su puerta: una alegría, una decepción, algo difícil o doloroso se presentarán como visitantes inesperados.
Dales la bienvenida y acógelos a todos, incluso si es una muchedumbre de preocupaciones la que vacía tu casa de sus muebles. Trata a cada huésped honorablemente, ya que podría estar vaciándote para una nueva delicia.
Ve a la puerta de entrada y recibe con una sonrisa al pensamiento oscuro, a la vergüenza, a la malicia, e invítales a pasar.
Sé agradecido con cualquiera que venga, porque cada uno ha sido enviado como guardián del Más Allá.