Vistas de página en total

Mostrando entradas con la etiqueta Ser. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ser. Mostrar todas las entradas

domingo, 21 de septiembre de 2014

El viaje cósmico de mi madre

Mi Mami se fue a otra dimensión. Estamos aquí, adaptándonos a esta nueva realidad... Es todo un proceso de ejercitarnos en una etapa de vida que se inicia ahora sin su presencia. Hoy, esta tristeza me sirve para explorarme como el ser espiritual que soy viviendo una experiencia humana...
Comienzo por disfrutar y agradecer el cariño de la familia y amigos que nos conforta. Doy gracias por tantos, tantos amigos cultivados que muestran su solidaridad con mensajes, llamadas, oraciones.
El intelecto me dice que poco a poco la cotidianidad me permitirá sentir de otra forma esa ausencia física. Y, al mismo tiempo, mi corazón sabe que es una gran mentira, piadosa, pero mentira al fin, pues sé que la echo en falta… Descubro que hay un espacio que sin estar presente está lleno y vacío al mismo tiempo… Un espacio en los oídos porque ya no la escucho; un espacio en las manos, por no tocarla más; un espacio en los labios, por no besarla; en mis mejillas por no recibir sus besos... Un espacio en los ojos por el puesto desocupado en la mesa, en el sofá, en la cama... A la vez ese espacio está lleno de experiencias juntas, de memorias reconfortantes, de risas y peleas compartidas. Nada ni nadie puede hacer algo de ese espacio...
Sigo explorando lo que este ahora me trae. Me maravillo con el amor incondicional de sus nietos, mis sobrinos, mostrado en hermosos y sentidos textos. Me conmuevo al ver a mi Papito con una gran capacidad de aceptación, tranquilidad, sosiego, aún en el desamparo, buscando en qué ocuparse, aceptando que la vida es…
Y yo… Aplico mi propia filosofía de vida. Sin expectativas, sin justificaciones, amando lo que es. Los sentimientos míos y de los otros, los “consejos” de familiares y amigos, las palabras de consuelo, el abrazo y las lágrimas compartidas, me indican donde estoy de mi camino de felicidad… Todo está en mí, los pensamientos pueden hacerme sufrir y solo yo decido cambiar de dial para ubicarme en una “emisora” que resuene con mi proceso de bienestar, armonía, paz y felicidad…
Quiero agradecer INFINITAMENTE por los abrazos, por el acompañamiento en vivo y a través de los mensajes recibidos. Cada uno fue una gran caricia caliente amorosa que me sirve para reafirmar que el amor es más grande, que la distancia es solo un número; sin importar que tan lejos estemos, nos mantenemos unidos. ¡GRACIAS A TODOS!!!

jueves, 10 de octubre de 2013

Soy, existo, estoy


Soy ser humano de sexo femenino. Soy mis virtudes y mis limitaciones; soy mis sueños y mis ilusiones; soy mis éxitos y mis fracasos. Soy, existo, estoy.
Una mujer de hermosa humanidad; sé quién soy y quien deseo ser, sin juzgarme, sin criticarme, ni mucho menos etiquetarme, viviendo la maravillosa, continua y cíclica experiencia de amar…
Con el transcurrir de los años, he aprendido y experimentado en carne propia que sólo existe el presente y éste está anidado en mi interior. Asimismo, comprendo que la felicidad y el amor son una decisión personal, una elección que hago en cada instante. Cada día despierto, convencida en que estoy en evolución, sabiendo que quienes están a mí alrededor también evolucionan junto conmigo..
Otra de mis experiencias ha sido conocer mis emociones; reconocer mis miedos, mis alegrías, mis tristezas, mis motivaciones y mis decepciones. Esto me ayuda a entenderlas y aceptarlas. La vida es un constante ir y venir de ideas, principios, creencias. Soy flexible. Hay ideas que me sirvieron en el pasado y ahora no se parecen a la Evelyn que soy hoy o, simplemente caducaron.
Hay una idea en especial que no abandono: soy optimista. Cada cosa que ocurre es una oportunidad de experimentar la vida, por ende, una forma de seguir feliz. De modo que cada mañana, al levantarme, inicio el día con una buena ducha, dando gracias por el nuevo día y me visto con mi mejor traje: mi sonrisa.
Soy como un libro en espera de ser seleccionado entre muchos; sus páginas iniciales reseñan como me he formado, para llevar al lector a lo mejor de mí misma, en el desarrollo del argumento vital, disfrutando con lo aprendido, "experienciando" quien soy; segura que cada día es una maravillosa oportunidad para seguir viviendo en libertad de pensamiento, palabra y obra...
He tenido diferentes tipos de pérdidas. Amigos que se alejan porque cambian de ciudad, porque se termina la relación, porque la vida continúa y los caminos se separan. Familiares que mueren. Amores que se desvanecen.
La experiencia de las pérdidas son desgarradoras, comienzan con un dolor físico en el centro del pecho, que oprime, no deja respirar; en ese terrible momento de asumir que ya no estará más, de soledad, de abandono, solo soy capaz de llorar. Las lágrimas se acumulan, se contienen; no surgen de mis ojos, no; suben a ellos desde mi corazón roto, herido, maltratado. Me ovillo en un rincón de mi cama, único lugar completamente mío, sintiendo, respirando, llorando toda la tristeza, la ira, el desamparo. Y no estoy sola, la Divinidad en mi mente, mis conocimientos y mis experiencias me invita a buscar las respuestas dentro de mí; me dice que esto pasará, que lo analizaré, clasificaré y le daré el lugar que le corresponde en ese lugar donde guardo la esencia de quien en realidad Soy. Vivo la experiencia. A veces me rebelo: "¡Déjame llorar, déjame patalear y sentir!", digo esperando que alguien o algo venga a consolarme.  Mi naturaleza optimista, entrenada para vivir en felicidad, vence, me hace sentir que ya pasó la tormenta y algo bueno, mejor, vendrá. Porque ese alguien o cosa que se fue, se perdió, o murió, deja tras de sí una estela de aprendizajes, de conocimientos, que me prepara para lo que me corresponde y merezco.
"El amor es la fuerza que mueve al mundo", sonrío, esta es una frase común, trillada por la verdad que encierra, empezando por aceptar que sin amor no habría vida. Uhmmm… Hay tantas formas de amar. Si de amor romántico, de pareja, quiero hablar, veo pequeños corazones rojos titilar, florecitas flotar y campanitas sonar ¿quién no ha soñado con el amor perfecto? @@@@@ (suspiros).
En este ahora que escribo este ensayo no hay un amor romántico en mi vida. Hace muchos años que ese tipo de amor no toca mi corazón, mi mente ni mi alma, hecho que no impide que lo celebre cada instante cuando lo percibo en otras personas, cuando lo canta alguna canción, cuando lo vivo a través de mis hermanos y mis padres. El amor está en el aire (otra frase gastada) y lo disfruto en cualquiera de sus formas como se me manifieste.
Uno de mis pensamientos recurrentes es aceptar y comprender que cuando no haya más que conocimiento para experienciar, ese será el día de mi muerte, por ello no temo.
Entonces si me preguntan  "¿Qué harías si el mundo se acaba?"
Respondo rápidamente: Nada. No haría nada especial, porque lo hago cada día; vivo, sueño y amo en el momento presente. El hoy es el día más hermoso y doy gracias infinitas a Dios porque puedo verlo, disfrutarlo, vivirlo y, por supuesto, ¡sentirlo!!! 
Soy feliz, siento que estoy en el camino del Ser... Amo y vivo rodeada de libros, de mis seres significativos, mis padres, mis hermanos, mis sobrinos, mis amigos; me divierto estudiando y compartiendo conocimientos, experiencias; vivo en felicidad... Sí, me gusta ser quien soy; me gusta lo que he vivido, mis errores y mis aciertos. Y me gusta estar en proyectos creativos, interesantes; conocer gente, intercambiar, … Compartir. 


* * * * * * *
@2ª versión

martes, 4 de octubre de 2011

¿Cómo hago para soltar el control?

Leyendo el Blog de Jocelyne Ramniceanu sobre ¿Soltar o Tener el Control?, me dio pie para esta entrada...


Una de las preguntas que más me hacen en las sesiones de Coaching es: ¿Cómo hago para soltar el control?


Al principio me enredaba intentando explicar que controlar todos los aspectos de la vida no era una tarea sencilla... Entonces, recordé mis primeras clases de Yoga: poner atención (controlar) la respiración, apretar el periné, sentir que me halan el ombligo hacia atrás, respirar suave, lenta y profundamente, inhalando y exhalando por la nariz; además, estar pendiente de hacer cada movimiento con cuidado, lo que llaman la higiene del movimiento... ¡Ufff...!!! Al tratar de controlar todos esos aspectos, me perdía lo mejor del Yoga, la tranquilidad, el placer de sentirme una con Dios...


Entonces, aprendí a soltar y confiar... Solté las preocupaciones de no saber si lo estaba haciendo bien, si mi cuerpo estaba recto, si mis movimientos eran los adecuados... Solté y confié en que lo más importante era disfrutar de los movimientos, de sentir como mis músculos se estiraban y se contraían; aprendí que esos 80 minutos son míos exclusivamente... 


Control es sinónimos de quedarnos en las palabras, de explicar lo que no necesita ni tiene explicación...


Por ello, confiar es dejarse fluir. Cuando confías todo va encajando sin tropiezos...




* * * * * * *
Maracay, Venezuela



sábado, 20 de agosto de 2011

Somos la esencia, o, Nos parecemos a aquello de dónde venimos…


Hace unos días, una amiga querida, contó la siguiente anécdota y me encantó:
“Los hijos de los perros son perritos. Los hijos de los pájaros son pajaritos. Los hijos de los gatos son los gatitos. Entonces… ¿Por qué nos cuesta aceptar que, nosotros, los hijos de Dios, somos Diositos?”

En la mayoría de los libros sagrados de las religiones organizadas se señala que venimos de la Fuente Divina. Somos hechos a semejanza de Dios, somos sus hijos: seres eternos, infinitos, amables, ilimitados, perfectos. Somos seres espirituales viviendo una experiencia humana. Por ello, somos capaces de ser, hacer y tener todo lo que deseamos, y nadie puede convencernos de lo contrario…


* * * * * * *
Evelyn Ranauro-Borges
Maracay, 19 de Agosto, 2011