Navegando la Internet o por Internet, como más les guste, me encontré con una receta... Me pareció muy buena de aplicar, sobre todo por lo de las 365 porciones. Quizás no le pongamos todos los ingredientes que recomiendan, y con solo una buena porción de amabilidad, entusiasmo, perseverancia y mucho amor... seguro que cada porción será maravillosa...
* * * * * * *
Receta de los doce meses (Anónimo)
Tome doce meses que estén bien maduros. Vea que estén limpios de amargos recuerdos, de odio y rencores.
Límpielos cuidadosamente de pegajosa malevolencia y quíteles cualquier mancha de mezquindad y pequeñez. Vea que en estos meses no quede nada del pasado y téngalos tan frescos y limpios como cuando salieron del GRAN ALMACEN DEL TIEMPO.
Corte esos meses en treinta partes iguales. Esa cantidad rinde trescientas sesenta y cinco porciones.
No trate de cocinarlo todo a la vez, prepárelo día a día de la siguiente manera:
Ponga en cada uno de ellos:
12 partes de Fe
11 partes de Paciencia
10 partes de Entusiasmo
9 partes de Trabajo (no omita este ingrediente o echará a Perder el gusto de su receta)
8 partes de Esperanza
7 partes de Fidelidad
6 partes de Libertad
5 partes de Amabilidad
4 partes de Descanso
3 partes de Oración
2 partes de Meditación
1 parte de Resolución Bien Seleccionada
Agregue: una cucharada de Espiritualidad, un poco de esparcimiento, un poquito de Simpleza y una taza bien limpia de Buen Humor , añada a todo esto Amor al gusto, mezcle con una buena dosis de energía. Aderécelo con Sonrisas y un poquito de júbilo…. después sírvalo con una salsa de Serenidad, Altruismo y Alegría.
¡Abrazos y felicidades! Esta receta es de excelentes resultados en cualquier parte de la “Tierra”.
Vistas de página en total
viernes, 25 de marzo de 2011
domingo, 20 de marzo de 2011
Rosenblat y la Educación en Venezuela
|
El placer de leer, o, Un libro, comienza la aventura
Esto lo escribí en el 2006, conversando con una de mis sobrinas sobre mi placer por la lectura...
* * * * * * *
- Tía ¿por qué te gusta leer? - No lo sé Tita. Es una emoción grande abrir un libro hojearlo para saber de qué trata. - Pero esas son muchas letras. A mí me da sueño. - Loquita Otra vez me encuentro en una de esas hermosas ocasiones en que una de mis sobrinas tiene ganas de conversar. Así que aprovecho para acercarme y disfrutar de su alegría de niña, de sus ojazos verdes pendiente de cada palabra. Es un reto para mí. Buscar la forma de mantener su atención, de poder transmitirle un poco de mis gustos, antes de aburrirla y hacerla huir a jugar. - Hay una librería que tiene este slogan: Leer es descubrir nuevos mundos Y es cierto. Cuando abrimos un libro podemos encontrar tantas cosas, aprender sobre cualquier tema. Un libro es una aventura; puedo hacernos reír y llorar. - Tú siempre estás comprando nuevos libros. - Así es. Reconozco que es como un vicio. A veces los compro por el título, otros por el autor. Pero generalmente, es una sensación de que el libro me dice Léeme. Me encanta saber que al terminar un libro, tendré otro a la mano para leer. Hay libros que los leo inmediatamente que los compro. Otros no. Esos son los que se quedan en la mesita de noche o en la biblioteca esperando el momento en que ambos estemos listos para conocernos. Es como si llegara a un acuerdo tácito con los libros: Yo te compro, pero te leeré en el momento que corresponda. - ¡Con razón hay tantos libros por todos lados!!! - Los libros son algo muy especial. ¿Sabes lo que es un ritual? - Buhhh Creo que tiene que ver con hacer las cosas siempre de una misma forma. - Si. Hacer las cosas de la misma forma para no romper la magia, con un respeto especial a esa rutina. Eso siento cuando compro un libro. Es maravilloso el momento de llegar a casa y sacarlos de la bolsa. Vuelvo a leer la contracubierta, reviso los aspectos técnicos, y escribo mi nombre, la fecha y el precio. Mis ojos empiezan a acariciar la cubierta, sigo con la información de las solapas. Reviso el copywriter, si es una primera edición o son varias, las reimpresiones dónde se hizo el depósito legal. Todo esto es como el entremés, el aperitivo antes del plato principal Hojeo las últimas páginas, ¡pero sin leerlas!!! No me gusta adelantarme. Entonces paso a leer el prólogo. A veces son buenos, hablan del autor y de sus posibles motivaciones al escribir el libro. Otras veces el prólogo es tan pesado y aburrido que si no fuese por hábito, lo dejaría. Pero es una costumbre, me obligo a terminar de leerlo, porque sé que después vendrá el plato principal Oye Tita, ¿qué te parece si buscamos un libro e iniciamos el ritual? - Dale, yo quiero ver cómo es eso que tu llamas tu ritual. Pero si me aburre lo dejo. - Ok. Trato hecho.
* * * * * * *
Maracay, Julio 21, 2006
* * * * * * *
- Tía ¿por qué te gusta leer? - No lo sé Tita. Es una emoción grande abrir un libro hojearlo para saber de qué trata. - Pero esas son muchas letras. A mí me da sueño. - Loquita Otra vez me encuentro en una de esas hermosas ocasiones en que una de mis sobrinas tiene ganas de conversar. Así que aprovecho para acercarme y disfrutar de su alegría de niña, de sus ojazos verdes pendiente de cada palabra. Es un reto para mí. Buscar la forma de mantener su atención, de poder transmitirle un poco de mis gustos, antes de aburrirla y hacerla huir a jugar. - Hay una librería que tiene este slogan: Leer es descubrir nuevos mundos Y es cierto. Cuando abrimos un libro podemos encontrar tantas cosas, aprender sobre cualquier tema. Un libro es una aventura; puedo hacernos reír y llorar. - Tú siempre estás comprando nuevos libros. - Así es. Reconozco que es como un vicio. A veces los compro por el título, otros por el autor. Pero generalmente, es una sensación de que el libro me dice Léeme. Me encanta saber que al terminar un libro, tendré otro a la mano para leer. Hay libros que los leo inmediatamente que los compro. Otros no. Esos son los que se quedan en la mesita de noche o en la biblioteca esperando el momento en que ambos estemos listos para conocernos. Es como si llegara a un acuerdo tácito con los libros: Yo te compro, pero te leeré en el momento que corresponda. - ¡Con razón hay tantos libros por todos lados!!! - Los libros son algo muy especial. ¿Sabes lo que es un ritual? - Buhhh Creo que tiene que ver con hacer las cosas siempre de una misma forma. - Si. Hacer las cosas de la misma forma para no romper la magia, con un respeto especial a esa rutina. Eso siento cuando compro un libro. Es maravilloso el momento de llegar a casa y sacarlos de la bolsa. Vuelvo a leer la contracubierta, reviso los aspectos técnicos, y escribo mi nombre, la fecha y el precio. Mis ojos empiezan a acariciar la cubierta, sigo con la información de las solapas. Reviso el copywriter, si es una primera edición o son varias, las reimpresiones dónde se hizo el depósito legal. Todo esto es como el entremés, el aperitivo antes del plato principal Hojeo las últimas páginas, ¡pero sin leerlas!!! No me gusta adelantarme. Entonces paso a leer el prólogo. A veces son buenos, hablan del autor y de sus posibles motivaciones al escribir el libro. Otras veces el prólogo es tan pesado y aburrido que si no fuese por hábito, lo dejaría. Pero es una costumbre, me obligo a terminar de leerlo, porque sé que después vendrá el plato principal Oye Tita, ¿qué te parece si buscamos un libro e iniciamos el ritual? - Dale, yo quiero ver cómo es eso que tu llamas tu ritual. Pero si me aburre lo dejo. - Ok. Trato hecho.
* * * * * * *
Maracay, Julio 21, 2006
Suscribirse a:
Entradas (Atom)