Cuando los pensamientos aparecen vienen acompañados de una emoción, un sentimiento.
Esos pensamientos van haciendo cadenas, cambiando vertiginosamente tanto el mismo pensamiento como la emoción que lo acompaña.
Observo que, la mayoría de las veces,por las creencias y por las experiencias, el enganche es con las emociones negativas. El corazón bombea más fuerte, la garganta, el estómago y las manos se contraen. Todos estos son síntomas del miedo o la culpa.
En esos momentos, a mi me funciona, dejar pasar los pensamientos, agradecer por el mensaje que me traen y suelto. Introduzco un nuevo pensamiento de expansión: una memoria de alegría, de plenitud. Respiro y sonrío conscientemente.
Los pensamientos, los eventos y mis emociones están aquí, no los puedo controlar. Suelto el control y decido con qué llenar mi mente: Amor o Miedo
¡Felices ahoras de miércoles!!!
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