Cada vez que sonrío y digo gracias, las conexiones neurológicas de mi cuerpo se mueven alegres, haciendo chispas de apasionada felicidad; los neuropéptidos se manifiestan a través de mis emociones influenciando profundamente la manera cómo veo el mundo y cómo me comporto en él... ¡Feliz sábado de conexiones infinitas!!!
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