Leyendo el Blog de Jocelyne Ramniceanu sobre ¿Soltar o Tener el Control?, me dio pie para esta entrada...
Una de las preguntas que más me hacen en las sesiones de Coaching es: ¿Cómo hago para soltar el control?
Al principio me enredaba intentando explicar que controlar todos los aspectos de la vida no era una tarea sencilla... Entonces, recordé mis primeras clases de Yoga: poner atención (controlar) la respiración, apretar el periné, sentir que me halan el ombligo hacia atrás, respirar suave, lenta y profundamente, inhalando y exhalando por la nariz; además, estar pendiente de hacer cada movimiento con cuidado, lo que llaman la higiene del movimiento... ¡Ufff...!!! Al tratar de controlar todos esos aspectos, me perdía lo mejor del Yoga, la tranquilidad, el placer de sentirme una con Dios...
Entonces, aprendí a soltar y confiar... Solté las preocupaciones de no saber si lo estaba haciendo bien, si mi cuerpo estaba recto, si mis movimientos eran los adecuados... Solté y confié en que lo más importante era disfrutar de los movimientos, de sentir como mis músculos se estiraban y se contraían; aprendí que esos 80 minutos son míos exclusivamente...
Control es sinónimos de quedarnos en las palabras, de explicar lo que no necesita ni tiene explicación...
Por ello, confiar es dejarse fluir. Cuando confías todo va encajando sin tropiezos...
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Maracay, Venezuela